El cuestionario previo a la contratación de un seguro de vida es fundamental para que las aseguradoras evalúen el estado de salud y hábitos del asegurado, permitiéndoles calcular el riesgo y fijar una prima adecuada, además de prevenir fraudes. No existe un formato obligatorio para este cuestionario, pero el contrato de seguro exige una buena fe máxima entre las partes. El asegurado debe responder con veracidad a lo que se le pregunte, ya que la falta de cuestionario o uno incompleto o ambiguo puede tener consecuencias negativas. El artículo analiza, a través de casos del Tribunal Supremo, cómo se deben cumplimentar estos cuestionarios y las posibles consecuencias de proporcionar información incorrecta, como la pérdida o reducción de la indemnización.