La autora se muestra a favor de cambiar o empezar de cero con aquellas cosas que, en tiempos de crisis, no permitan que una empresa siga adelante. Considera que hay que actuar con lo que tenemos y hacerlo rendir lo máximo posible. En este sentido, entiende que hay que comenzar por un análisis de la base de datos de clientes en función del ingreso que generan, ya que considera que este análisis es la base de cualquier estrategia de inteligencia comercial y conocer la rentabilidad de los clientes es indispensable para mantener la vitalidad de la empresa. Concluye aseverando que, así como crisis es igual a oportunidad no es una frase con fundamentos, tampoco se ha hecho un estudio profundo del más vale poco que nada. Ella lo cambiaría por un más vale poco y bueno que mucho y malo.