Esta Sentencia trata de la siempre polémica difusión de imágenes de menores. La defensa del TC de la primacía de los (supuestos) intereses del menor sobre la libertad de información es tan contundente que mucho me temo vaya a acrecentar la (a mi juicio) excesiva autocensura existente en España en materia de información gráfica sobre menores. A este paso, llegará un día en que dejaremos de ver imágenes de niños en los periódicos (o sólo de niños cuyos padres carezcan de dinero para costear un abogado). Algo, sin duda, triste y desproporcionado.
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