Al hilo de la intervención del presidente de la CNMV, Julio Segura, el pasado 29 de junio en la jornada de la UIMP, en Santander, en la que abogada por la necesidad de reformar la supervisión financiera en nuestro país en base a la reciente evaluación realizada por el FMI (decantándose por construir un modelo twin peaks, repartiendo las tareas de supervisión de seguros entre Banco de España y la propia CNMV), el autor efectúa su réplica desde el punto de vista de quienes trabajan en la inspección de seguros y fondos de pensiones y la labor que los supervisores financieros han venido desarrollando hasta ahora. En primer lugar, coincide en la oportunidad de una reforma, y restringe a sus justos términos la anomalía que se atribuye a la DGSFP y que no es otra que su falta de independencia orgánica, al estar integrada en la estructura jerárquica del Ministerio de Economía y Competitividad. Sin embargo, ensalza la independencia con que los Inspectores de Seguros del Estado han venido desarrollando sus tareas. Asimismo, considera que la falta de independencia orgánica de la DGSFP es un hecho irrefutable, pero el verdadero problema que el FMI ha querido señalar como primera de las vulnerabilidades del marco de supervisión de seguros español es la falta de recursos suficientes para llevar a cabo una supervisión efectiva.