El autor se muestra a favor de una serie de propuestas que presenta la Dirección General de Tráfico (DGT) para evitar que se trunque el descenso de muertos y accidentados graves en carretera. Así, se propone bajar la velocidad a 90 kilómetros por hora en vías convencionales (las que tienen sólo un carril por sentido). Actualmente, en las calzadas con arcén de más de metro y medio de ancho, propio de las carreteras nacionales, se puede circular a 100 Kms. por hora. Considera que en un futuro la inversión pública debiera dirigirse sobre todo a la mejora de las carreteras convencionales y su señalización y la asunción del límite de 90 Kms./hora como límite de velocidad en estas vías.