Durante la inspección técnica de un vehículo, el copiloto abre la puerta y cae al foso sobre el que se encontraba, sufriendo lesiones de diversa consideración. Alega el lesionado que el motivo de salir del vehículo fue un requerimiento que a tal efecto le hizo un empleado de la empresa concesionaria de la ITV, con el objeto de empujarlo y sacarlo del lugar dado que no arrancaba.