El autor se centra en las medidas tomadas, a mediados de junio, por China y Estados Unidos para un control más severo y restrictivo del crédito, y el temor de las inversiones ante la posibilidad de que se produzca una carrera entre estos dos países por retirar las ayudas a sus economías y por lo tanto trasladen al mercado una fuerte contracción de la liquidez. En su opinión, la conjunción de ambas políticas, china y norteamericana, podría suponer una rebaja brusca y cuantiosa de la liquidez, que perjudicaría a la evolución de los precios de una amplia naturaleza de activos (comenzando por los bonos del tesoro americanos y las materias primas y dañando la economía americana, vía mayores tipos de financiación).