Frente a los males de la economía española a causa de la crisis, el autor considera que existen al menos tres factores que sugieren un cambio estructural profundo y positivo, con implicaciones de largo plazo. El primero es el sector exterior, cuya combatividad ha recuperado lo perdido desde la entrada del euro; un segundo efecto proviene del mercado laboral. Y en tercer lugar, desde 2010, la creación de empresas es netamente positiva. Según el articulista, todo esto no significa que vayamos a crecer con fuerza, pero son los principios que permiten atisbar, al fin, un cambio de ciclo en la economía española.