El autor analiza la posibilidad de infligir pérdidas a los bonistas senior y depositantes en los rescates bancarios, proceso que se conoce con bail-in en la jerga del mercado, en contraposición con el bail-out o rescate pagado por los contribuidores. Ello se produce porque, ante la caída del banco holandés SNS Reaal, la necesidad de ayuda a Chipre y los escándalos del italiano Monte dei Paschi han hecho que la posición popular en contra de los tenedores de deuda bancaria sea cada vez más agresiva. El autor explica una serie de razones que no hacen pensar que se vaya a aplicar de forma generalizada e inmediata las pérdidas para depósitos y senior, más áun cuando la Directiva Europea de Gestión de Crisis contempla una regulación general de bail-in a partir de 2018.