El autor explica que las noticias de los últimos días, sobre la presentación de los Presupuestos Generales del Estado para 2013 y de las pruebas a la banca, no han pesado en el ánimo de los inversores de deuda pública y no ha supuesto un daño en su cotización. Considera que, mientras que la posibilidad de apoyo europeo siga presente, no hay argumentos para una venta masiva de deuda española. En este sentido, cree que la atención se centrará en un posible rescate y en los actores que rodean al BCE.