Análisis de la sentencia del Tribunal Supremo de 31 de mayo de 2011, en la que se plantean los siguientes hechos. Los dos miembros de un matrimonio, con ocasión del embarazo de la mujer, acuden a una clínica privada. La ginecóloga que hizo el seguimiento del embarazo ordenó diversas pruebas diagnósticas sobre la evolución del mismo sin que advirtiera ninguna anormalidad, pese a lo cual, nació una niña a la que le faltaba el brazo derecho.