El autor señala la evolución que ha tenido el precio del oro en los últimos cuatro meses, que favorecen que no se produzca una caída de la cotización del metal amarillo, como ocurría con anterioridad. Tras un primer artículo, a finales de abril, en el que advertía que la caída podría tener los días contados, con indicación de los argumentos que esgrimía en este sentido; ahora observa que los factores esgrimidos siguen estando vigentes en gran medida, además de la aparición de algunos nuevos. En definitiva, cree que el oro todavía debe correr y en próximas fechas continuará recuperando parte del terreno perdido.