La actuación respecto de la que se exige la responsabilidad, imputable a los administradores, constituye un ilícito orgánico en la medida en que ha dado lugar a una actuación inspectora de la AEAT que ha concluido con un acta sancionadora. La condena se limita al importe de la sanción económica impuesta a la sociedad, como consecuencia de las indebidas declaraciones tributarias, el resto era una obligación debida de la sociedad.
Entidades
Lugar/es
Personas
Descarga archivo
Regístrate gratis o entra con tus claves para ver las opciones de descarga XXXXXXX 598 SOCIOS