La defensa de las víctimas del siniestro aéreo en agosto de 2001 de un accidente de la compañía Binter en Málaga pide su imputación por homicidio, tras escuchar en la caja negra que el error se debió a un fallo del copiloto, que apagó el segundo motor del avión. La Comisión Nacional de Accidentes de Aviación no ha emitido aún su informe.