Reino Unido lanza la reforma del sistema de pensiones del Estado con un plan de bajo coste dirigido a los cinco millones de personas que no poseen un plan de pensiones particular, exigiendo una aportación mínima de 31 euros al mes y máxima de 5.625 euros al año y vinculando la aportación mensual con el nivel de ingresos del contribuyente.Las previsiones oficiales estiman en 156 millones de euros las aportaciones de los trabajadores en los próximos 10 años.