Los bancos y las aseguradoras del Reino Unido tendrán que hacer frente a una factura de 13.500 millones de libras por haber facilitado información engañosa a sus clientes en el llamado escándalo de las pensiones. Según un informe de la Financial Services Authority (FSA), algunas aseguradoras seguían la práctica de presionar a los clientes para que sacaran planes de pensiones sin facilitarles información fidedigna sobre la rentabilidad de los mismos; al llegar a la jubilación, los clientes encontraron que si se hubiesen quedado con el plan de pensiones de sus empresas hubiesen obtenido un rendimiento mayor. Según el informe, el número de reclamaciones justificadas hasta el momento suman 872.000 casos.
